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lunes, 6 de junio de 2011

KU KLUX KLAN

HISTORIA DE LOS DERECHOS CIVILES

HISTORIA DE LOS DERECHOS CIVILES EN LOS ESTADOS UNIDOS.
INTRODUCCION.
A principios del siglo XX, la segregación racial era la norma en el sur de Estados Unidos y las oportunidades para los ciudadanos afroestadounidenses eran limitadas. Sin embargo, en la década del 50 una confluencia de fuerzas potenció la vigorosa campaña en favor de los derechos civiles. El Reverendo Martin Luther King Jr., un orador elocuente influido por las ideas de resistencia no violenta promovidas por Mahatma Gandhi en la India, tomó rápidamente el liderato del movimiento. Era un movimiento formado por niños y adultos, pastores y abogados, aparceros y presidentes. A los participantes los impulsaba la necesidad apremiante del cambio y la sensación de que no importara lo que pasara les era imposible dar marcha atrás.

EL MOVIMIENTO DE LOS DERECHOS CIVILES DE 1960 A 1980
La lucha de los estadounidenses negros por la igualdad llegó a su clímax a mediados de la década de 1960. Después de varias victorias graduales en la década anterior, los negros se comprometieron aún más a fondo con la acción directa no violenta. Algunos grupos, como la Conferencia del Liderazgo Cristiano del Sur (SCLC por sus siglas en inglés) formado por sacerdotes negros, y el Comité Estudiantil de Coordinación de la No Violencia (SNCC) integrado por activistas más jóvenes, pugnaron por la reforma a través de la confrontación pacífica.
En 1960 algunos estudiantes negros de educación superior organizaron un plantón en un restaurante segregado de Woolworth, en Carolina del Norte, y se negaron a retirarse del lugar. Ese plantón atrajo la atención de los medios y dio lugar a otras manifestaciones similares en todo el sur. Al año siguiente los trabajadores partidarios de los derechos civiles organizaron "giras de la libertad", en las que blancos y negros viajaban en autobuses hacia las terminales segregadas del sur, dando lugar a confrontaciones que recibían la atención de los medios informativos y propiciaban el cambio.
Esos grupos organizaron también grandes concentraciones, como la "Marcha a Washington" en 1963. Más de 200.000 personas se reunieron en la capital del país para manifestar su compromiso con la igualdad para todos. El momento culminante de una jornada de canciones y discursos llegaba cuando Martin Luther King Jr., quien se había perfilado como el vocero más grande de los derechos civiles, tomaba la palabra. "He tenido el sueño de que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los ex esclavos y los hijos de los que fueron amos de esclavos se podrán sentar juntos a la mesa de la fraternidad", proclamaba King. Cada vez que él repetía el estribillo "he tenido un sueño", la multitud gritaba de júbilo.
Sin embargo la retórica del movimiento a favor de los derechos civiles no logró progreso alguno en sus inicios. Al principio el presidente Kennedy no quiso presionar a los sureños
blancos para que apoyaran los derechos civiles, pues necesitaba sus votos para otros proyectos. Sin embargo los acontecimientos lo obligaron a actuar. En 1962, cuando a James Meredith se le negó la admisión a la Universidad de Mississippi a causa de su raza, Kennedy envió a la tropa federal para que impusiera el cumplimiento de la ley. Cuando las protestas contra la segregación recibieron una respuesta violenta de la policía en Birmingham, Alabama, él envió al Congreso un nuevo proyecto de ley sobre derechos civiles, donde se imponía la integración obligatoria en los lugares públicos. A pesar de todo, ni aun la "Marcha a Washington" fue capaz de agilizar la aprobación de esa medida por un comité del Congreso, donde aún se hallaba empantanada cuando Kennedy fue asesinado.
El presidente Johnson tuvo más éxito. Este sureño de Texas se comprometió con la causa de los derechos civiles cuando aspiraba a ocupar un cargo de nivel nacional. En 1963 él mismo le dijo al Congreso: "Ninguna oración fúnebre o panegírico podría honrar de un modo más elocuente el recuerdo del presidente Kennedy, que la aprobación más expedita posible del proyecto de ley sobre los derechos civiles". Con todo el peso de su autoridad, Johnson convenció al Senado de que abreviara los debates y así obtuvo la aprobación de la amplia Ley de Derechos Civiles de 1964, por la cual se prohibió la discriminación en todos los alojamientos públicos. Al año siguiente él presionó también a favor de lo que habría de ser la Ley de Derechos de los Votantes, en 1965. En ella se le dio autoridad al gobierno federal para asignar examinadores, cuyo deber era registrar a los votantes en los lugares donde los funcionarios les negaban el registro a los negros. Al año siguiente de la aprobación de esa ley, 400.000 negros se registraron en el extremo sur; ya para 1968 su número llegaba a un millón, y en todo el país hubo un aumento sustancial en el número de funcionarios negros elegidos. Por último, el Congreso aprobó en 1968 la legislación por la cual se prohibió la discriminación en materia de vivienda.
A pesar de toda esa actividad legislativa, algunos negros se sintieron impacientes por el ritmo de sus progresos. Malcolm X, un elocuente activista, abogó por que los negros se separaran
de la raza blanca. Así mismo, el líder estudiantil Stokely Carmichael se desilusionó de las ideas en torno a la no violencia y a la cooperación entre las razas. Él predicó también la necesidad de afirmar el poder negro por todos los medios requeridos.
La violencia trajo consigo las exhortaciones más militantes a la reforma. En 1966 y 1967 estallaron los desórdenes en varias ciudades grandes. En la primavera de 1968, Martin Luther King fue abatido por la bala de un asesino. Varios meses más tarde, el senador Robert Kennedy, quien era un vocero de los menos favorecidos, opositor de la Guerra de Vietnam y hermano del presidente asesinado, corrió la misma suerte. Para mucha gente, esos dos homicidios señalaron el final de una era de inocencia e idealismo, tanto en el movimiento a favor de los derechos civiles como en el de la oposición a la guerra. La creciente militancia de la izquierda, aunada a la inevitable reacción de los conservadores, abrió una brecha en la mentalidad de la nación, que tardaría varios años en cerrarse.
El compromiso federal para con los derechos civiles se debilitó cuando Richard Nixon asumió la presidencia. Él estaba decidido a consolidar su base política en torno a los conservadores blancos, quienes temían que el movimiento a favor de la igualdad de los negros hubiera llegado demasiado lejos. La "estrategia del sur" indujo al gobierno a reducir la suma que se había asignado a la meta de la vivienda equitativa y, en 1970, a un intento infructuoso de impedir la extensión de la Ley de Derechos de los votantes de 1965. Cuando la Corte Suprema dictaminó en 1971 que el transporte de los niños en autobús era un medio adecuado para imponer la integración en las escuelas, Nixon impugnó por televisión el veredicto y pidió que el Congreso le impusiera una moratoria o ciertas restricciones. Aun cuando el presidente no logró sus fines, definió con claridad su posición. Los opositores de la integración por medio del transporte en autobuses lograron una victoria en el caso Milliken v. Bradley en 1974, en el cual la Corte Suprema invalidó los intentos de transferir a los alumnos negros del centro de las ciudades a escuelas suburbanas que eran predominantemente blancas.
La reacción en contra del trato preferente para las minorías adquirió un carácter aún más público en un caso juzgado por la Corte Suprema en 1978. Allan Bakke, un hombre blanco, dijo que su solicitud de ingreso a una escuela de medicina en California había sido rechazada a causa de una cuota, por la cual se reservaban plazas para los solicitantes miembros de minorías. La corte ordenó su admisión y argumentó que ya no sería posible seguir imponiendo ese tipo de cuotas, pero en seguida ratificó que la raza seguiría siendo uno de los factores relevantes en los procedimientos de selección.
A pesar de todo, la controversia en torno del transporte de alumnos en autobuses y la acción afirmativa oscureció a veces el hecho de que, en todos esos años de inquietud, muchos estadounidenses de origen africano se incorporaban día con día a la clase media... y a los suburbios.

BREVE NOTA SOBRE EL KU KLUX KLAN
La historia de esta Sociedad es una historia rodeada de secreto, de rituales y de ideas erróneas. Surgió puramente como una hermandad de tipo social, muy parecida a las hermandades de las Universidades pero con fines terribles. Se recubría a si misma con el manto sagrado de la cristiandad y de la bandera norteamericana. Había gobernadores, senadores y jueces que habían sido elegidos con el beneplácito del Klan. Sus dirigentes trataron de enmascarar el terror, pero la cara de la intolerancia siempre se ha escondido debajo de la “basura”. Forman parte de la Historia que todos queremos olvidar, pero no queremos, no debemos olvidar...
En los años 50´s la segregación era la forma de vida aceptada en el Sur. Sin embargo, lo de “separados pero iguales” solo era una verdad a medias.Los negros gozaban de poca libertad en esos tiempos de poca estabilidad racial. Cuando tenían que comer algo en una cafetería de la ciudad, tenían que esperar al final del mostrador para que le sirvieran y salir a la calle a comer, y si necesitaban ir al baño, tenían que aguantarse hasta llegar a sus casas. Cuando subían a un autobús, tenían que ubicarse al final del mismo. Vivían rodeados de miedo y era una forma de vida horrorosa.

En 1954, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos prohibió la segregación racial en las Escuelas, y esta decisión desencadenó una ola de protestas en el sur. Pero el Klan ya no existía como tal porque la “organización” había sido disuelta en 1944 por una investigación de Hacienda (curioso). Por todo el sur surgieron klanes independientes, separados unos de otros, autónomos. La antigua ceremonia sagrada de “la quema de la cruz” se convirtió en el rito preferido por el Klan para sembrar el terror. También utilizaron otras formas de intimidación, tales como el boicot económico, palizas e incluso el asesinato...
La violencia racial fue asombrosa, y la mayor parte de estos actos llevaban la firma de “KKK”. Pero a principio de la década de los 60´s, los negros empezaron a protestar por no seguir siendo ciudadanos de segunda clase. Hicieron “sentadas” en comedores, protestas en autobuses y manifestaciones. Empezaban a estar más unidos.
Así, en 1960, nacía el Klan que sería el más longevo de todos, cuando se creó la asociación “Klanes unidos de América”. Paralelamente aparece la figura de Martin Luther King como defensor de los derechos raciales y, como no, fue despreciado y convirtiose en el enemigo público nº1 de estos desalmados. La ciudad de Birmingham, en Alabama, se convirtió en el principal foco de violencia, y el Klan era ayudado y protegido por la Policía del Estado haciendo la “vista gorda” a las palizas y asesinatos.

En medio de esta atmósfera cargada, tuvo lugar uno de los atentados terroristas más crueles perpetrados por el Klan: La Iglesia Baptista de la calle 16 era un símbolo del movimiento por los derechos civiles y la igualdad. Una mañana de domingo, en septiembre de 1963, cuatro niñas negras acudían a la escuela dominical en la iglesia. La lección de la Biblia que correspondía a ese día era “Un amor que perdona...”. Las cuatro niñas bajaron al sótano para vestirse con las túnicas del Coro cuando de repente un ruido como el disparo de un cañón llenó la iglesia. Una bomba colocada cerca del sótano hizo saltar en pedazos el Templo. Debajo de la avalancha de cristales rotos, piedras y hierros retorcidos surgió un espectáculo horroroso, los cuerpos de las chicas aparecían muertas totalmente destrozadas (eran unas crías de 14 años). El único castigo que recibieron los culpables de aquella matanza fue una multa por tenencia ilícita de explosivos ¿?
Mississippi se convirtió en el nuevo foco de atención y en el lugar donde los negros eran más vilipendiados. Y los “Caballeros Blancos”, sin duda la organización del Klan más sangrienta de laHistoria, campaban a sus anchas cometiendo verdaderas tropelías; sus armas preferidas eran bombas, ladrillos y balas -300 actos violentos de terrorismo-.

Este Estado era en 1964una población totalmente vetada a los negros, y los pocos que habían vivían en una pobreza absoluta. El Congreso se impuso la labor de “abrir” Mississippi para la población negra, y decidieron enviar casi un millar de estudiantes para que trabajaran para la comunidad. Los habitantes de este Estado reaccionaron como si las Hordas Bárbaras de los Mongoles los hubieran invadido...
Los Caballeros Blancos se disponían para la guerra, pero el FBI comenzó a investigar al Klan infiltrando a sus componentes en las filas de la Organización y desenmascaró a los autores del asesinato de 3 activistas proderechos, que no fueron otros que 18 componentes de los Caballeros Blancos y el sheriff de la ciudad, una persona que su cometido era mantener y proteger el orden, y raptaba, daba palizas y asesinaba, así de sucia estaba la cosa. El Estado de Mississippi se negó a formalizar una acusación contra los inculpados, pero sin embargo, el Ministerio de Justicia de los Estados Unidos tomaría cartas en el asunto y los acusó de ipso facto.
Muchos personajes políticos estaban en contra de la igualdad, pero hubo otros como el presidente Lyndon Johnson, que se habían manifestado abiertamente en contra de la organización, algo que irritó a los miembros de la misma. El 2 de julio de 1964 firmó la Ley de los Derechos Civiles y el odio hacia él se acrecentó; continuaban los asesinatos, tiros en la cabeza, hombres quemados, apaleados, y lo que es peor, los Jurados -siempre compuestos en su totalidad por hombres blancos- hallaban a los acusados “inocentes”.