Algunos planteamientos sobre la unificación italiana
La unificación italiana se basó en la necesaria ayuda exterior para poder derrotar a su
principal oponente, Austria, y el apoyo que se dio al reino de Piamonte como motor
del proceso. El primer elemento fue aportado por Francia, y el segundo, por el conde
de Cavour. El documento recoge ambos temas.
Me ha alegrado saber que V.M. había reconocido que el resumen de los puntos acordados en Plombières era exacto (…). V.M. cree conveniente retrasar la época ya fijada para el inicio de las hostilidades, aplazándolo, si es posible, a la primavera de
1860 (…). Este punto ha llamado sobre todo la atención del rey, que me ha encarga-do transmitirle las siguientes consideraciones. El aplazamiento de la guerra (…) ten-dría a los ojos del rey grandes inconvenientes. En efecto, es incontestable que gracias
a la habilidad y la sagacidad de V.M. Europa está en este momento favorablemente
dispuesta para facilitar la ejecución de los proyectos (…), mientras que en Italia los
ánimos están admirablemente dispuestos por la preparación que hemos tenido desde
hace veinte años para los acontecimientos a los que deben dar lugar. El retraso de un
año podría modificar, y modificaría probablemente en perjuicio nuestra tal situación.
El acercamiento de Austria a Rusia o a Prusia no es imposible.
(…) Por lo que se refiere a Italia, un prolongado retraso no puede ser sino desastroso
para nuestros designios. Hoy todo está dispuesto en un sentido que le es favorable. La
influencia del partido revolucionario, gracias a la confianza que inspira el Piamonte,
si no destruida, al menos reducida a proporciones insignificantes. Si Mazzini
conserva todavía algunos adeptos en las capas bajas de la sociedad, con la ayuda de
las ideas socialistas que él ha acabado adoptando, ha perdido todo prestigio entre las
clases medias y altas, que han sido casi enteramente captadas por los principios de
orden y de moderación, los únicos que pueden conseguir la emancipación de la patria
(…).
CONDE DE CAVOUR: Carta a Napoleón III. 1858.
1. Realizar las pautas del comentario de texto.
2. Exponer en el comentario las diversas tendencias de la unificación italiana.
3. Comentar la postura del reino de Piamonte a raíz del contenido de la carta.
4. Opinión personal y comentario.
LA HISTORIA ES ESQUIVA A LA RAZON DE LOS HOMBRES
LA VERDAD PURA Y SIMPLE, RARA VEZ ES PURA Y NUNCA ES SIMPLE
domingo, 12 de diciembre de 2010
martes, 7 de diciembre de 2010
TEXTO MOVIMIENTO OBRERO CRITICA
Marx es un comunista autoritario y centralista. Quiere lo mismo que nosotros: el triunfo de la igualdad económica y social, pero en el Estado y por la fuerza del Estado; por la dictadura de un gobierno provisional poderoso y, por decirlo así, despótico, es decir, negador de la libertad. Su ideal económico es el Estado convertido en el único propietario de la tierra y de todo el capital.
Nosotros queremos el mismo triunfo de la igualdad económica y social, pero con la abolición del Estado y de todo aquello que se llama derecho público y es, para nosotros la negación permanente de los derechos humanos.
Hay otra diferencia, esta vez muy personal, entre Marx y nosotros. Enemigos de todo absolutismo, tanto doctrinario como práctico, nosotros nos inclinamos con respeto, no ante las teorías que no podemos aceptar como verdaderas, sino del derecho de cada uno a seguir y propagar las suyas. No es este el talante de Marx. Cuando puede es tan absoluto en las ideas como en la práctica.
1. Realizar las pautas establecidas del comentario de texto.
2. Realizar la introducción histórica en la que se produce el texto.
3. Responder a las siguientes cuestiones:
a. ¿Cuál es el proceso histórico al que se refiere?.
b. ¿Fueron reales las criticas que se vierten en el documento? ¿Por qué?
2. A raíz de este documento y la evolución posterior, ¿fue el movimiento obrero dirigido por unos conceptos homogéneos y una práctica política igual? ¿Por qué?
4. Opinión personal y comentario.
Nosotros queremos el mismo triunfo de la igualdad económica y social, pero con la abolición del Estado y de todo aquello que se llama derecho público y es, para nosotros la negación permanente de los derechos humanos.
Hay otra diferencia, esta vez muy personal, entre Marx y nosotros. Enemigos de todo absolutismo, tanto doctrinario como práctico, nosotros nos inclinamos con respeto, no ante las teorías que no podemos aceptar como verdaderas, sino del derecho de cada uno a seguir y propagar las suyas. No es este el talante de Marx. Cuando puede es tan absoluto en las ideas como en la práctica.
1. Realizar las pautas establecidas del comentario de texto.
2. Realizar la introducción histórica en la que se produce el texto.
3. Responder a las siguientes cuestiones:
a. ¿Cuál es el proceso histórico al que se refiere?.
b. ¿Fueron reales las criticas que se vierten en el documento? ¿Por qué?
2. A raíz de este documento y la evolución posterior, ¿fue el movimiento obrero dirigido por unos conceptos homogéneos y una práctica política igual? ¿Por qué?
4. Opinión personal y comentario.
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